⸺¡Hoy va a nevar!, ⸺retumbó dentro de la nube, y en todas las nubes que a su alrededor viajaban, ⸺¡Prepárense todos para lanzarse!
Una correría aconteció dentro de la nube; los copos de nieve que en ella viajaban se dispararon en todas direcciones, dejando de hacer lo que estuvieran haciendo en ese momento.
Copos se movían de aquí para allá, chocando entre sí, pidiéndose disculpas, volviendo a correr.
La orilla baja de la nube se fue cargando poco a poco de copos de nieve, unos encima de otros, como quien quiere hacer una pirámide.
Pronto la nube sentía el peso de los copos y, no soportando más, explotó. Con determinación la nieve comenzó a salir por todos sus poros en camino a la tierra.

Imagínate el júbilo de esos copos al sentirse libres por el viento, planeaban saludándose los unos a los otros.
Pronto los campos y jardines parecían tener una capa de azúcar glas sobre ellos, un deleite al ojo y al corazón al verlo todo blancuzco.
Especialmente los niños corrieron a las ventanas para ver la nieve.
La nube se fue vaciando primero muy rápido y luego lentamente.
Había en ella unos copos pequeñitos que no hicieron caso al primer llamado.
Aunque otros copos les apresuraban al pasar junto a ellos, éstos contestaban despreocupados, ⸺ya vamos, ya vamos ⸺y seguían jugando.
De pronto se hizo un gran silencio dentro de la nube, los pequeñines se dieron cuenta de que eran los únicos copos dentro de ella. Corrieron y, sin detenerse en la orilla, se abalanzaron al aire, fuera de la nube.
¿Los puedes ver en tu mente? Podías distinguirlos porque eran pocos los que aún caían, como si no se hubieran enterado de que estaba nevando.
Como una plumita que sobre el viento va planeando; así bajaban los copos que se habían atrasado, observándolo todo y preguntándose ⸺¿Dónde estarán los otros copos?”.
¿No lo ven? Hoy ya no va a nevar y los otros copos se están convirtiendo en preciosas gotas de agua sobre la hierba. Los niños, que primero sonreían alegres al ver la nevada, suspiran, tal vez mañana vuelva a nevar y entonces podrán los niños deslizarse o hacer muñecos de nieve con ella.
Para ti, de

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